A las autoridades
A los medios de comunicación
A la sociedad civil nacional e internacional
Al conocerse la salida de una nueva caravana de migrantes hondureños, El 11 de enero el Vicecanciller de Guatemala, Eduardo Hernández, manifestó que en unidad Guatemala, El Salvador, Honduras y México reiteraron el compromiso de su política exterior hacia una migración segura, ordenada y regular, donde la seguridad de las personas es la prioridad.
El miércoles 13 de enero el gobierno de Guatemala decretó estado de prevención en 7 departamentos fronterizos con Honduras y El Salvador, para evitar el paso de los caminantes. Mediante el acuerdo 1-2021 se decretan 15 días de restricciones de movilidad para impedir dar ayuda a las personas que integran la caravana, ni auxiliarlos en la carretera como en otras ocasiones. La excusa es el peligro del paso de migrantes en la pandemia.
El 14 de enero salió de San Pedro Sula Honduras un nuevo éxodo migrante, al llegar a la frontera de El Florido alrededor de 7,000 personas lograron romper el cerco policial y del ejército fronterizo entre Guatemala y Honduras, pero les esperaba otro contingente en Vado Hondo Chiquimula, donde ya se utilizó la fuerza para detenerlos.El sábado 16 se sumó una caravana de migrantes salvadoreños, una patrulla de la Dirección General de Migración y Extranjería custodiaba a una treintena de migrantes, se presume que se unirían a la caravana de migrantes hondureños.
El gobierno de Guatemala ha sacado a las fuerzas especiales de la Policía Nacional Civil con bombas lacrimógenas para dispersarlos y al Ejército armado con palos para golpear a los que continúen intentando transitar por el territorio, acciones avaladas por el gobierno, ante el estado de prevención. Esto contradice el compromiso de una migración segura y viola los derechos humanos de las personas que tratan de continuar su camino. Durante el fin de semana han retenido a la caravana en Vado Hondo, al punto de exigir a los comerciantes del área que cierren para no surtir de insumos básicos a los migrantes, que no tienen agua, comida y ningún servicio básico, permaneciendo a la intemperie.
En general, son miles de jóvenes, núcleos familiares, incluso personas en sillas de ruedas que huyen de Honduras por la pobreza, la violencia estructural y por los efectos de las tormentas tropicales ETA y IOTA, que lo perdieron todo y el gobierno de Honduras no ha podido responder a ninguna demanda, además que el mismo está cuestionado por una gestión política de corrupción y vínculos con el narcotráfico. La tragedia es nacional y centroamericana si vemos que Guatemala y El Salvador sufren de condiciones similares.
Mientras se reprimen a miles de personas en Guatemala, las autoridades mexicanas se preparan en caso de que algún contingente de la caravana llegará a las fronteras entre México y Guatemala, el Instituto Nacional de Migración, acompañados de la Guardia Nacional ya mantiene un operativo de vigilancia de 24 horas en los puestos fronterizos con Guatemala.
Nos preocupa:
Que no se tomen acciones específicas para evitar la no devolución (non-refoulement) ni para atender necesidades humanitarias con un enfoque diferenciado que tome en cuenta el género, edad y condiciones de viaje.
El papel de las fuerzas armadas, incluyendo la Guardia Nacional mexicana, en la detención de personas migrantes. Lo anterior en virtud de que son cuerpos militares y no cuentan con capacitación en atención a poblaciones vulnerables.
La total falta de atención del gobierno de Honduras hacia sus habitantes, no hay pronunciamiento del Presidente y que el Congreso emita un comunicado únicamente para culpar al gobierno de Guatemala sin que ellos asuman su responsabilida
Lo que requieren estos países es una lucha frontal contra la corrupción y las mafias que tienen secuestrados los Estados, quitarles el aval político de EEUU a su gestión y financiar desde las comunidades territoriales condiciones de vivienda, trabajo, salud y educación. Que en EEUU y México se restituya el derecho a asilo y se retomen iniciativas por una regulación migratoria amplia.
Toda la región debe cumplir con sus marcos regulatorios nacionales e internacionales, especialmente en cuanto a protección internacional y derechos humanos. No es con Fuerzas Armadas que se resolverá esta situación de crisis humanitaria y de búsqueda de condiciones de vida. Centroamérica requiere de verdaderos cambios estructurales de los cuales Estados Unidos, en
su historia es corresponsable, tiene que asumir un rol ahora en la búsqueda de soluciones pacíficas y democráticas.
Denunciamos:
- La falta de atención humanitaria en estos casos de emergencia
- La militarización de las fronteras
- La criminalización de la migración
- Las agresiones principalmente hacia los hermanos hondureños.
- La violación a los derechos humanos, y sobre todo a los principios de la democracia.
- Abusos intolerables, especialmente contra las mujeres y niños.
Antes estos hechos de graves violaciones a los derechos humanos y la dignidad de las personas y, sobre todo, el irrespeto de los Convenios Internacionales.
Exigimos a los gobernantes de Guatemala, Honduras, El Salvador y México
- Aceptar la mediación de Entidades Internacionales y de la Iglesia Católica.
- Que las autoridades migratorias aborden en un encuentro extraordinario este tema
humanitario con mediación de entidades extranjeras y expertos en temas migratorios. - Es necesario una solución profunda a estos graves problemas de migración forzada.
- Evitar el uso de fuerzas de seguridad armadas a fin de que no ocurra una tragedia mayor.
- El respeto a la vida y la integridad de los integrantes de la caravana y al derecho a migrar.
- Compromiso de los países de la región para garantizar las condiciones de vida necesarias,
para que las personas no tengan que emigrar. - Que se investigue, se analice y se profundice en las causas del fenómeno migratorio, además
se brinde asesoría migratoria. - La lucha concreta contra los patrones de corrupción e impunidad, la violencia y la extrema
pobreza que azota a muchas personas y las obliga a migrar.
Ante millones de personas huyendo del hambre, de la violencia, de las pandillas, del narcotráfico,
de la corrupción política, de la pobreza y de la explotación, entre otros peligros, con el anhelo de
buscar un lugar seguro donde construir una vida mejor para ellos y sus seres queridos, el Papa
Francisco nos ha invitado a través de los 4 verbos: “acoger, proteger, promover e integrar”1
La 72 Hogar-Refugio para Personas Migrantes, Tenosique, Tabasco, México.
- Casa “Frontera Digna”, Piedras Negras, Coahuila, México.
- Comedor San Francisco de Asís para Migrantes, Mazatlán, Sinaloa, México.
- Casa Betania – Santa Martha, Salto de Agua, Chiapas, México.
- Equipo Hogar Franciscano, Cholula, Puebla, México
- Casa peregrina del Migrante “Santo Hermano Pedro”, Mezquital, Guatemala.
- Equipo Red Franciscana para Migrantes – Honduras.
- Equipo Red Franciscana para Migrantes – El Salvador.
- JPIC Familia Franciscana Unida, Guatemala.
- Migrant Center New York, Inc, Estados Unidos.